Clases Presenciales – Terapéutico
Imaginemos que sufres una lesión en una vértebra cervical y por recomendación de tu médico de confianza, comienzas a practicar un ejercicio físico que puede colaborar en tu recuperación, sin embargo, durante tu clase grupal, no puedes realizar todos los movimientos que tu profesor propone, por las peculiaridades de tu lesión… Sólo te causa dolor y malestar. De nada sirve en este momento…
¿Solución? Descansar cuando los demás trabajan -la mayor parte de la clase- o replantearse, por tu bien, el tratamiento a seguir.
Muchas personas deciden inscribirse en un gimnasio o centro deportivo por prescripción facultativa, es decir, “porque es bueno para la espalda” o simplemente, “porque me lo dijo el médico”.
La cuestión no es cuál práctica elegir, sino su idoneidad a las características y la situación de cada practicante.
Ni la persona debe condicionar al grupo ni el grupo debe arrinconar a la persona lesionada. Según nuestra experiencia, se aconseja a este último realizar un trabajo individual, programado, específico a su lesión y supervisado en la primera parte de su recuperación, hasta que el cuerpo permita otras posibilidades.
Quizás, más adelante, tú practicante te podrás incorporará a sesiones grupales de Pilates y trabajar con cierta autonomía y mejor conocimiento.
Brindemos un panorama más amplio a esta situación con respecto al dolor y la movilidad limitada
¿Puede una persona con dolores practicar Pilates y en qué le beneficia?
–Sí, una persona con dolores deberá esperar a que pase la inflamación aguda que le genera dolor, y luego hacer Pilates, recomendado para tratar la postura de la persona. Convengamos en que la mayoría de los dolores, son generados por una mala postura y biomecánica que afecta a toda la musculatura. Los ejercicios son correctivos, y a la vez se crea conciencia de la postura que le generará un bienestar general. Se aprender a respirar, lo cual es uno de los más importantes principios del método.
Además, crea conciencia de la postura, entendiendo que normalmente no le prestamos atención a cómo nos sentamos, nos paramos, caminamos, manipulamos los celulares, computadoras, actividades cotidianas en las que perdemos conexión con el cuerpo. También se practican movilizaciones de toda la columna y fortalecimiento del centro del cuerpo.