Que seas delgado no significa que estés sano.

En Colombia existe una prevalencia en adultos de 18 a 64 años con sobrepeso de 37,7 % y obesidad de 18,7 %, según la Encuesta Nacional de Salud Nutricional de 2015. “Esto significa que la prevalencia de personas con exceso de peso en Colombia es del 56,4 %, por lo que se ha convertido en un problema en salud pública en el país” – Elisa Cadena, subdirectora de Salud Nutricional, Alimentos y Bebidas.

¿Qué ser flaco es lo mismo que estar sano? mientras que NO creo que se pueda estar sano en “cualquier tamaño”, el rango de tamaños en el que alguien puede vivir una vida activa y saludable es más amplio de lo que a la mayoría de las mujeres se les ha hecho creer. La salud tiene muchas caras.

Pero es mucho más difícil estimar cuántos están dentro de un rango de peso saludable, pero tienen dietas deficientes o estilos de vida sedentarios. Estos pueden causar problemas de salud significativos que a menudo se pasan por alto porque la persona parece “saludable”.

La vida es lo suficientemente dura, simplemente no voy a aumentar mi carga siendo una imbécil conmigo misma. La bancarrota energética me enseñó esa lección muy profundamente y es un regalo constante en mi vida. La compasión es la salsa secreta de esta cosa loca llamada vida.

Mucha gente usa el bajo peso corporal para excusar una alimentación poco saludable y la inactividad física. Pero el peso corporal no es el mejor indicador del bienestar interno. Un indicador mucho mejor es su dieta. Cuando se trata de tu salud, es lo que hay dentro lo que cuenta y realmente eres lo que comes.

Me inspiró profundamente este poema de Donna Ashworth @donnaashworthwords

𝗢𝗡𝗗𝗘𝗔 𝗟𝗔 𝗕𝗔𝗡𝗗𝗘𝗥𝗔 𝗕𝗟𝗔𝗡𝗖𝗔

https://donnaashworth.com/2018/04/22/wave-white-flag/

Hay muchas opciones disponibles para nosotras las mujeres en esta vida, pero cuando se trata de tu cuerpo, solo hay dos:

Acéptalo.

O no.

Verás, si eliges aceptar tu cuerpo, pronto comenzarás a amarlo, admirarlo, cuidarlo. Todas estas cosas siguen a raíz de su aceptación.

Cuando te des cuenta de que este recipiente para tu alma, para tu espíritu, es un instrumento de tan alto diseño y afinación que aturde a la mente incluso pensar en ello, entrarás en una fase que me gusta llamar “paz, por fin”.

No te importará nada la grasa sobrante, las canas, la piel floja.

Con el tiempo, te darás cuenta de que el propósito del cuerpo no es lucir bien, atraer amigos, socios, éxitos; que, de hecho, es tu espíritu el que hace todas esas cosas.

Si tan solo le permitieras brillar y hacer su magia.

Su cuerpo, mis amigos, tiene un solo trabajo, llevarlos a salvo a través de esta aventura de la vida, permitir que su espíritu alcance su potencial.

Eso es.

Si estás en el camino de no aceptar tu cuerpo, te encontrarás en una batalla muy larga, contra un enemigo que no tienes poder para vencer. Naturaleza, tiempo, biología, destino…

No tienes las armas para luchar contra esos poderes.

Ondea la bandera blanca.

Ceder.

Aceptar.

Es entonces cuando su vida realmente comenzará.

Señoras, pásenlo.